Friday, October 23, 2020

El Consumismo que nos desgasta

 El Materialismo que  nos une, nos separa, divide, aisla y nos consume sigue presente en el tiempo del COVID....

Llegó Halloween y con ello $6 billones anuales  se estima que los Estados Unidos consume durante esta celebración.  En lo personal, me parece una cifra  estratosférica y desperdiciada en algo sin propósito. 

¿Qué pasaría si no gastaramos esos $6millones anuales en cosas y más cosas?

Los negociantes, nos venden la idea de que es parte del plan de vida para que un país prospere, etc..quizas sea cierto, pero quiero pensar que  no vinimos a este planeta a consumir y desperdiciar, quiero pensar que siendo minimalistas estaríamos más enfocados en lo que nos une y no en lo que nos divide.  No sé ustedes , pero para mi  ya no tiene sentido decorar un lugar, un espacio, un salón de clases para la ocasión. Disfrazarse, comprar o pedir tantos dulces como podamos y después tirarlo todo y comenzar de nuevo con otra celebración. 

“El día de Acción de Gracias”; que por cierto en años pasados se estimaron  $616.9 billones en el total de ventas esperadas durante los meses de Noviembre y Diciembre. 

En 21 años viviendo en los Estados Unidos, no se me ha ocurrido ir a acampar afuera de las tiendas como muchos hacen, solo para adquirir cosas y más cosas. Pudiendo hacerlo, no es algo que creo me deja nada.

Por otra parte, reunirme con familias y compartir con motivo de agradecer me parece un gesto que debemos honrar y recordar todos los días. 

“El Día de Acción de Gracias”,  fue creado supuestamente en agradecimiento a los nativos indígenas de America que ayudaron a los Europeos en sus asentamientos  en ésta nueva tierra cuando en realidad hubo tanta crueldad, masacres en contra de quienes ya residían en ésta parte del  llamado “Nuevo Mundo”. Parece  tan irónico celebrar algo que causó tanta devastación. 

El consumismo sin límite en America y el Mundo entero, no tiene sentido. 

La historia  del consumismo  no termina nunca  porque sigue  !Navidad¡ con un estimado de 1. 16 billones en ventas de árboles de Navidad y $781 billones en regalos. 

Y podríamos seguir con el Día de St. Patricio, El día de San Valentín,  el día de Pascua, El día de las Madres y  no tiene fin.

¿Porqué consumimos tanto? Porque hay un vacío  y una soledad que se respira en el aire tan grande cuando no nos conectamos con nuestro ser y con otros seres humanos en un nivel profundo, con sinceridad. Ese hueco parece poder solo ser llenado con cosas, objetos, posiciones de trabajo, status social. 

Lo que me sorprende,  es que en mis visitas a Ensenada me he dado cuenta que estamos igual. Nos hemos convertido aún más, porque siempre hemos sido los mayores consumidores de productos extranjeros. Nunca lo comprendí viviendo en Ensenada. No era lo mío perder el tiempo horas y horas pasando de una tienda a otra comprando todo ¿para qué?.

 Cuando lo hice, irme de “shopping” en algunas ocasiones satisfactorio haber obtenido “la mejor compra”; pero nada llena el vacío de la segregación, de la separación, de la falsa idea de la "integración". 

Nos inventamos miles de teorías para justificar nuestro consumismo sin límite: “porque lo necesito” “porque es económico” “porque es lo último de la moda”, porque me gusta”, etc..  En realidad consumir en exceso, solo hace que los recursos naturales se agoten a la vez que estamos creando un aislamiento entre las personas. 

Aquí en California,  lo veo diario. Cada quien con “sus cosas” en su propio espacio.  Con su propio “garage” lleno de todo lo que puedan tener, pero vacío de alegrías, de momentos, de convivencias. Es muy rara la vez que escucho una sonrisa, una carcajada, una letra de canción volando libre en el aire, !rarísimo sería escuchar a alguien cantar¡, nunca he comprendido este silencio que mata y no tiene nada que ver con Paz ó espiritualidad. Todo lo contrario; vivimos tan cerca uno de otro y puedo escuchar las conversaciones de todos los vecinos y ellos las mías pero no hay un acercamiento porque las personas están aisladas, temerosas unas de otras y desafortunadamente con la Depresión,  ese  mal que parece contagioso dedibo al aislamiento y dificultades que uno como Latino experimenta para adaptarse a una lengua y país nuevo. 

La Depresión tiene en Estados Unidos a  16,000,000 millones de personas  padeciendo de esta enfermedad  y el costo de esta enfermedad anualmente $80,000,000,000. 

Parece buen negocio mantener personas enfermas. ¿No creen? Y si agregamos  cáncer infantil, cáncer en adultos, insomnia, diabetes es casi surreal pensar que en el país  considerado más poderoso haya tanta abundancia, pero a la vez carencia de alegria y salud. 

Otra cosa que consumimos en los Estados Unidos y en el mundo, es el terrorismo visual de los medios de comunicación que supuestamente nos “informan” con noticias cortas llenas de violencia, desconfianzas, miedos que causan pánico y nos orilla a tomar decisiones en contra de culturas y países que en realidad no conocemos. 

No nos damos tiempo de informarnos realmente, de comunicarnos con otros individuos para conversar acerca de lo que está sucediendo en realidad en el mundo. No todos decimos basta a la Guerra que no solo consume billones y trillones, pero también vidas de inocentes. 

Nos hemos creado barreras  físicas tan grandes llamadas fronteras y tan cortas llamadas “apatía”, “falta de interés” “me vale”, simplemente nos hemos perdido en el materialismo que nos consume día a día y  hemos dejado que los celulares con sus textos nos vendan la idea de que estamos conectados. Cuando cada conversación de texto nos aisla más y más.

Hemos dejado que el Facebook nos venda la idea de que estamos más cerca que nunca cuando en realidad cada vez nos desconectamos y nos desinteresamos más y más por la vida de los seres humanos.No sé  ustedes, pero a mi me llena más una conversación en persona, un abrazo, el consuelo de un amigo, una visita de un ser humano y no un día de compras. 

Me interesa que nuestra humanidad despierte de  la adicción compulsiva de comprarlo todo y que solo nos hace acumular y acumular posesiones que nos atan y nos anclan y no nos permiten volar. Posesiones que pierden valor de un día a otro, posesiones que han hecho que unos se sientan superior a otros. Posesiones que han convertido a seres humanos en déspotas, arrogantes, sin emociones que solo piensan en adquirir más y más sin interesarse en el fin común de la humanidad. 


¿Cuándo fue la última vez que compartiste con alguien todo lo que tienes, incluyendo tu presencia?


Todos hemos escuchado que no nos llevaremos nada cuando sea tiempo de morir, aún así, preferimos comprar que acercarnos, que interesarnos en apoyar en una situación difícil a un amigo o familiar. Como si dedicándonos  a las compras,  las dificultades y tiempos difíciles por los que pasan las personas desaparecerán. 


Seguimos acumulando y acumulando sin parar. Nuestros Egos siguen creciendo con cada nuevo look, nueva compra, pero nuestros corazones parecen desensibilizarse Covid o no,  hacer negocio es lo que cuenta.


El materialismo que nos atrapa, nos consume, sacía su sed y se alimenta de nuestro deseo de ser y tener y nos vacía el alma. Nos vende una idea falsa  y nos separa de lo que más vale en el mundo que es nuestra  conexión con nuestro verdadero ser y con la humanidad.